Escrito por:
Lic. Santos Pérez MP: 5265
Kinesiología y fisioterapia
Experto en Cadenas Miofaciales – Coach PNL
Ya tenés tu micropolar de tecnología avanzada, las zapatillas de última generación, probaste correr en punta de pie, con suela gruesa o fina, probaste correr a la madrugada a la tarde o a la noche, cambiaste de grupo, de gym, cambiaste de fisio y de médico, te fuiste de la ciudad buscando aquella respuesta a esa pregunta que no tiene fin, o más bien, buscando la respuesta que querés escuchar. Existen estudios científicos que revelan que buscar culpables para lo que nos pasa es más fácil. Está demostrado que el cerebro utiliza atajos de manera permanente para ahorrar energía. Seguro estarás pensando… a qué viene esto? … Que dice?… las neurociencias explican hoy en día estos mecanismos, y es una herramienta muy útil para entender cómo funciona el cerebro humano y cómo nos comportamos. Pero bueno… volviendo al principio con el tema de «buscar culpables»,… la cantidad de energía que necesita nuestro cerebro para hacer una introspección es enorme! Requiere de nuevas vías de comunicación neuronal, desarrollar nuevas conductas, asumir errores, aceptar fracasos, llevando a cabo un proceso de cambio, que aparte de energía, lleva tiempo y puede llegar a poner en tela de juicio la manera de pensar, sentir, en fin de nuestra identidad. Por todo esto, buscamos el camino rápido … estamos programados para conservar energía, comportamiento que nos otorga una parte (de tres) de nuestro cerebro llamado: Cerebro Reptiliano, encargado de respuestas directas, reflejas e instintivas entre otras cosas. Por esto la culpa es del clima, de las zapatillas, del fisio, del gym, de la subida o la bajada, hablando como si todos fueran runners,… igual este ejemplo es aplicable seguramente a otras disciplinas o aspectos de la vida. Para poner un poco en contexto todo esto, qué es lo que quiero transmitir? Que existen muchas variables que giran en torno al rendimiento deportivo o a una lesión. Si nos pasa algo malo, la culpa, siempre la tiene lo uno o lo otro, y no hacemos introspección o no analizamos nuestra manera de comportarnos en la familia, el trabajo, el deporte y menos aún en el cuidado personal.
Que almuerzo/ceno? cuánto duermo o como duermo? cuánta agua tomo? soy constante? me respeto o me sobre exijo? que es para mí el estrés?
Mucho de lo que nombró más arriba se soluciona con COHERENCIA… así a secas! deben tomarse el tiempo necesario para identificar la falta o el exceso de un factor y buscar el equilibrio constantemente.
El Estrés, fundamental en la supervivencia del ser humano, nos mantuvo durante milenios a salvo del frío, de depredadores y en una búsqueda constante de superación. El problema sería el “Distrés” que define la sobre exposición a situaciones artificiales de crisis constante, provocando alteraciones sistémicas, aumento de adrenalina, cortisol y que mantenidas en el tiempo, son perjudiciales para la salud, estamos en alerta constantemente, esperando alguna supuesta amenaza! imaginan cómo repercute esta situación en un deportista? o en cualquier ser humano? … Las capacidades físicas y mentales se van a ver disminuidas debido al gasto energético constante, que nos está provocando el Distrés, aparte de las alteraciones químicas y hormonales, obviamente.
Vamos a unos ejemplos prácticos: Ana o Juan que viven situación de maltrato laboral durante más de 5 años y no son valorados en su trabajo, su sueño: correr 42 km en la montaña; cuánto les llevará llegar a esta meta tomando como variable el factor de estrés/distres? Esteban o María viven estresados porque no llegan a fin de mes con el sueldo y encima están separados de sus parejas y todo lo que esto puede acarrear, su sueño o cable tierra; correr. El día que se ponen una meta importante, comienzan a lesionarse frecuentemente! ustedes creen que el factor de estrés/distres influye? vamos al último ejemplo un hombre que tiene todo lo material no encuentra compañera/o, o una mujer que no puede quedar embarazada… en fin ejemplos hay miles y todos nos vemos representados de alguna manera.
Siempre el distrés condicionando de alguna manera nuestro desempeño deportivo, laboral, familiar… y claro, hablar de todo esto no genera placer… es obvio, por eso como decía al principio de este artículo, buscamos esos “culpables” de nuestro día a día, que requieren poco gasto energético analizar. La verdad que gestionar las emociones no es tarea fácil, el hecho de que esté hablando de estos temas los puede ayudar a llevar a la conciencia determinados factores de estrés, y justamente lo que la neurociencia recomienda es esto, llevar a la conciencia el problema y solucionarlo… con o sin ayuda profesional, pero resolverlo, y lo más rápido posible, lo más importante primero y así intentar cortar con el círculo vicioso: problemas – distres – mal desempeño o mal rendimiento. Justamente tocar temas de este tipo ahora que estamos en confinamiento es necesario. Contamos con el tiempo y seguramente, ya están cansados de leer los últimos métodos de entrenamiento y seguir influencers deportivos, es hora de generar un cambio y los cambios duraderos empiezan con uno mismo, y claro que cuesta. Como dije antes energía/tiempo y mucha práctica y repetición hasta volverlo un hábito. Últimamente en todas las competencias deportivas, romper récords mundiales, se está haciendo cada vez más difícil, es como si viéramos un horizonte físico, llegando a su máximo esplendor. Que le quedaría al ser humano? Aprender a gestionar las emociones, tomar mejores decisiones, optimizar la conciencia, y así, hackear de alguna manera los límites de nuestro cuerpo y mente.